“Y los espíritus más mediocres triunfan las más de las veces…”
Tucídides, La Guerra del Peloponeso, Libro III, 83.3, p. 75


1).- Entre reciclados y franquicitarios

En primera persona. Como observador de la vida política de Oaxaca durante los últimos 25-30 años, no ubico a uno solo –repito, un solo representante popular, senador (a), diputado (a) federal o local- que haya sido un líder o un parteaguas legislativo; un tribuno o gestor del desarrollo de los oaxaqueños. Cortos, anodinos y limitados. Abyectos y levanta-dedos. Corifeos y acomodaticios. Han buscado treparse en los escaños o curules, a través del compadrazgo y las complicidades; los compromisos, las defecciones o traiciones. Los cacicazgos partidistas han sido fundamentales. Pese a su desempeño mediocre, buscan seguir succionando la ubre. Y ahí están los reciclados de la Cámara federal: Carol Antonio Altamirano e Irma Juan Carlos de Morena o Margarita García del PT. Pero hay, muchos más.

No conforme con su papel gris, aunque sumiso a la 4T, ahí va de nuevo Benjamín Robles, que ha hecho del PT su coto familiar. Avecindado, que se asentó en Oaxaca en 2001 de la mano del ex gobernador Gabino Cué, a quien luego traicionó. Hoy, candidato al Senado –obvio, por su franquicia- no pierde la oportunidad de echar pestes del gobernador Salomón Jara, exhibiendo la fractura entre los partidos coaligados que pretenden mantener el poder en el país. Tiene más de 20 años en la ubre sin que los oaxaqueños le reconozcan un verdadero compromiso con el estado, más que su bajeza y ambición. “The Dirty Face” no conoce ni la lealtad ni los principios. ¿Pragmatismo político? No. Es un demagogo y farsante.

2).- Mediocres campañas y bajo perfil

¿Qué méritos notables, en funciones de gobierno o legislativos tienen los flamantes candidatos de Morena al Senado, Luisa Cortés García y Antonino Morales Toledo? La primera, esperando que la inercia que siempre permeó con la figura de López Obrador en la boleta, le haga la chamba. Ni en su tierra –Miahuatlán de Porfirio Diaz- la conocen-. El segundo ha ido y venido; se ha publicitado ostentosamente, pero no tiene ni discurso ni propuesta. “El de la gorrita” o “Hamponino” –dijera Cara Sucia- arrastra un mal fario: un pasado vinculado con el huachicol. No canta mejor las rancheras Laura Estrada Mauro, flamante candidata por el PVEM. Más allá de su cuestionado perfil, si no se ponen las pilas en estos días que faltan, se los podrían comer las mañas que ha acumulado el cacique del PT: Robles Montoya. El quid es, pues, treparse, seguir perviviendo como parásito de nuestros impuestos y apochotarse en el escaño o la curul.

3).- Campañas de medio pelo

¿Alguien tiene la lista completa de los y las candidatas de la coalición PRI-PAN-PRD, para las diputaciones federales, locales y presidencias municipales? ¿Y en qué distritos o municipios van en coalición y en cuáles no? Una confusión de los mil demonios. Y es que, salvo la campaña que realizan algunos (as) de sus aspirantes a diversos cargos de elección popular como Carmelita Ricárdez Vela al Senado o Martín Vásquez, candidato de la fórmula PRI-PAN a la presidencia municipal de la capital, que ha realizado una campaña de tierra, en solitario, pues no se ve algo que siempre distinguió al tricolor, poco se sabe.

Estamos pues en la recta final. En una semana se llevará a cabo la jornada electoral. Una vez más, habremos de validar con nuestro sufragio a una casta política que cada día deja más qué desear. Se habrán de contar con los dedos aquellos (as) que asuman su elección con verdadero compromiso. La mayoría, tengo la certeza, ocuparán la escaño, curul o cargo para soñar con el siguiente puesto o la reelección. Quienes buscan el voto por Morena están tan confiados en el triunfo, que ni campaña hacen. Los de la coalición PRI-PAN-PRD –con sus excepciones- saben que su propia candidatura es algo cercano al suicidio. Es hacerse el hara-kiri o el seppu-ku. Hasta el registro pueden perder algunos institutos políticos.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

--- Siempre lo hemos dicho: el llamado Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación (MDTEO) y su brazo operativo: el Comité Ejecutivo Seccional (CES) del Cártel 22, no es más que una farsa; una cúpula de mercenarios y corruptos. No es nada descabellado que, a la par de ocasionar pérdidas millonarias al comercio en el Centro Histórico; al turismo; a las operaciones en el Aeropuerto, además de las afectaciones a la paz social y a la gobernabilidad, hayan negociado detrás de la puerta con el capo del Cártel IEEPO, Emilio Montero. La lana es lo que mueve a estos pseudo revolucionarios de banqueta.

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