Oaxaca, Oax.- Con una carta de intención, firmada por un 90 por ciento de los ciudadanos de San Vicente Coatlán, Ejutla, el conflicto agrario-social que desde hace más de 50 años enfrenta con sus vecinos de Sola de Vega, podría quedar superado en los próximos días y con ello reanudarse los trabajos para concluir la autopista Barranca Larga-Ventanilla.
Ante funcionarios de la Junta de Conciliación Agraria, de la delegación estatal de la Procuraduría Agraria, así como de funcionarios de la Secretaría de Gobierno y autoridades municipales y de Bienes Comunales de San Vicente Coatlán, los más de 4 mil comuneros y pobladores, entre hombres y mujeres emitieron su voto.
De acuerdo con las autoridades agrarias, un 90 por ciento de los pobladores votaron y firmaron la carta de intención a favor de que el Gobierno del Estado logre los acuerdos necesarios con los pobladores de Sola de Vega para repartirse de manera equitativa la superficie en conflicto. 
Ya que de las 19 mil 600 hectáreas que fueron materia de un juicio agrario, que finalmente resultó favorable para Sola de Vega, la resolución fue rechazada e impugnada por un grupo radical de comuneros chenteños, quienes en un acto desesperado exigieron la devolución del 100% de las tierras que legalmente ya le pertenecen a los soltecos.
En un abierto reto al Gobierno del Estado y a la autoridad federal, el grupo de comuneros disidentes utilizó la construcción de la autopista Barranca Larga-Ventanilla para chantajear al gobierno y exigir la devolución de las tierras que jurídicamente perdió en el juicio agrario a cambio de permitir la continuación de los trabajos de la moderna carretera a la Costa.
A iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, los pobladores de San Vicente aceptaron someter a consideración de la comunidad la propuesta de dividir al 50% para cada una de las partes la superficie en disputa, así como diversas obras de infraestructura social para ambas poblaciones. 
Por su parte, Sola de Vega exige la construcción de viviendas para cada una de las 60 familias desplazadas de las agencias, Taragutín, San José Obrero Paso Ancho, Rancho Viejo, El Pescador y el Huizache, que actualmente viven en calidad de refugiados en la cabecera municipal en condiciones extremas.
Las viviendas, escuelas, clínicas médicas, templos religiosos y la agencia municipal, fueron ametralladas y luego incendidas, dejando un panorama desolador en la zona limítrofe con San Vicente Coatlán, todo esto en presencia de policias estatales y del Ejército Mexicano adscritos a la 44/a, Zona Militar con sede en Miahuatlán de Porfirio Díaz.
Los hechos ocurrieron el pasado 30 de marzo de 2018 y al parecer, la solución al añejo conflicto agrario ya esta cerca y sólo resta que los comuneros de Sola de Verga ratifiquen su determinación de ceder a sus vecinos de San Vicente Coatlán el 50% de la superficie, lo que le daría certeza jurídica a la sociedad. 
El gobierno federal se ha comprometido a construir para los damnificados, los centros educativos necesarios, clínicas salud, templos religiosos, carreteras y calles con toda la infraestructura social.
Inclusive, como anticipo se ha dotado a los comuneros de Coatlán con camionetas, al igual que a las autoridades auxiliares de Sola de Vega, lo que ha permitido avanzar paulatinamente en la construcción de las mesas de dialogo por la paz y justicia en la zona. |
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